My furniture is obsessed with my pinky toe. Well, to be fair, with all my toes, but it picks on the little one the most. There can be no description for that deep, pungent pain when the corner of a table, bed or other comes straight at you and hits your little guy. Because, I'm sorry, I will never comply to the "You're clumsy, watch where you're going" explanation. Oh no, I have a much deeper conspiracy theory of moving end tables and mean wardrobes. The bullies, they've broken most of my toes. So I'm sorry, I'm sticking to my version.
What is it about distressed shorts and soft shirts that makes me drool?
Mis muebles están obsesionados con los meñiques de mis pies. Bueno, siendo exactos, con todos los dedos, pero se ensañan con el pequeño. No hay forma de describir ese dolor tan profundo e intenso cuando una esquina de una mesa, cama u otro viene detrás de ti para pegarte. Porque, lo siento, pero no acepto la explicación de que soy torpe y no miro por donde voy. Oh no, yo tengo una muy elaborada teoría de conspiración de cómodas que se mueven solas y armarios malos y abusivos. Los muy malvados, ya me han roto casi todos los dedos de los pies en algún momento de mi vida. Así que me apego a mi versión.
¿Qué tienen los shorts rotos y las camisas suaves que hacen que se me caiga la baba?
Pictures: Raquel Expósito
Shirt: Zara (similar
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Shoes: Converse (vintage)
Shorts: Zara (similar
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Bag: & Other Stories
Bracelets: gifts from Thailand, Bali