What happens when your favorite pattern all of a sudden is one of the hottest trends for the season and becomes a high-street mass-production? Crap. Dunno, my pessimistic side finds it very disturbing and slightly upsetting. Why, might you ask? Well, for one thing, the "lemming" effect. Oh dear, I can picture it right now. The Zara Skort will mean nothing. Also, my shoppaholic alter-ego is already drooling with lust. It's like crack for me. Just as I'm drawn to white shirts and men with babies. Meanwhile, my credit card shakes with fear. How can I not crumble? Lots of choices. Some will use it for a season, I will treasure them forever. And ever. And ever ever.
I foresee long and hard self-help.
¿Qué pasa cuando tu estampado favorito se convierte en la tendencia más fuerte de la temporada y se produce masivamente por las tiendas low-cost? Demonios. No lo sé, mi lado pesimista lo ve inquietante y ligeramente molesto. Para los que se preguntan por qué: por un lado, el efecto "lemming". Dios, es que ya lo veo. La falda pantalón de Zara se quedará corta. Por otro lado, mi alter-ego compradora-compulsiva ya está babeando con un deseo incontrolable. Es que el tartán es como crack para mí. Igual que las camisas blancas y los hombres con bebés. Mientras tanto, mi pobre tarjeta de crédito tiembla con miedo. Mucho miedo. ¿Cómo puedo resistirme, no ceder ante tan dulce tentación? Tantas opciones. Muchos sólo usarán para la temporada. Yo lo querré, lo mimaré, lo atesoraré. Por los siglos de los siglos. Y los siglos.
Puedo prever muchas horas de autoayuda.