It's happened to me that over the years the necessity for getting dressed up all girly has decreased. Instead, I get attached to my comfy daily wear and happen to find it perfect for any occassion. More than a few might suggest that I could get arrested for wearing certain things, but that's the fun of getting dressed: it's between you and your conscience (and well, sometimes your mom). Given that I've turned into a couch potato the last few months - and thus burying my alter ego Christina Walters - when it comes time for a special event, I find it hard to get into the mood. And apparently on the day of these pictures I wanted to time travel and go all retro. What can I say, it just happened.
Me ha ocurrido que con los años la necesidad de vestirme ultra femenina ha ido bajando. Mientras, por el contrario, crece más y más el apego a la ropa cómoda. Lo peor es que la empiezo a ver apropiada para todo. Ya sé que alguno podría insinuar que me arresten por ponerme ciertas cosas, pero esa es la diversión de elegir un atuendo: está entre tú y tu conciencia (y bueno, a veces tu madre). Visto que llevo una racha de vaga que vegeta en el sofá en vez de salir - enterrando así a mi alter ego Christina Walters - cuando llega una ocasión especial, como por ejemplo, una cena, me cuesta entrar en la dinámica. Pues, aparentemente el día de estas fotos tenía intención de viajar en el tiempo. Qué decir, así salieron las cosas.
Pictures: Raquel Expósito
Coat, skirt: Topshop
Bag: Su-Shi
Shoes: Bimba & Lola